Honduras tiene y tendrá rostro de mujer en el campo, en la ciudad, en su labor en el área rural y el área formal e informal de la economía, en la columna vertebral de la familia, en los cargos de decisión y liderazgo en sus comunidades, eso espero ver en un futuro, y que también cambien los hombres por mujeres en nuestros billetes, en nuestras escuelas, en nuestros sellos postales, en el arte y el deporte.