Esta semana conmemoramos el aniversario de muerte de la artista francesa Mary Cassatt, una de las más importantes y talentosas exponentes del impresionismo francés. La obra de está icónica pero invisibilizada artista se centró en la representación de la vida femenina en la Francia del siglo XIX, una feminidad que estaba limitada a la vida del hogar y que empujó a Cassatt a luchar por mostrar a esas mujeres forzadas a mantenerse detrás de una puerta cerrada. En esta obra la artista nos muestra ese inconformismo, a través de un grabado que narra las normas de vestimenta que se dictaban a las mujeres de la época. En la esquina inferior izquierda vemos a una concentrada costurera que se asegura de que el largo de la falda de su clienta sea el moralmente adecuado, mientras la clienta ve con desdén hacia abajo desaprobando la regla a la que está siendo sometida. Es una obra que nos recuerda los avances que se han logrado en las reivindicaciones del papel de las mujeres en la sociedad, pero a la vez nos llama a prestar atención para descubrir esos vicios que subsisten hasta ahora.