Continuando con obras que abordan las formas en las que podemos interpretar el amor, el día de hoy presentamos una obra del icónico artista del expresionismo de Noruega Edvuard Munch. El tema del beso es uno que Munch exploró en repetidas obras de diferentes formatos y técnicas, pero la que mostramos en esta ocasión es una de las versiones más conocidas. En este lienzo el artista nos presenta una íntima escena, en ella una pareja se besa apasionadamente cubiertos en la oscuridad de su habitación, la cual solo es invadida por una pequeña cantidad de luz exterior, que entra tímida por la ventana. El detalle que más sobresale, sin embargo, es el hecho de que el rostro de los amantes se mezcla y se convierte en una sola masa, un símbolo claro de la unión en amor y deseo de dos cuerpos en el acto del beso. Otro aspecto que suma a la dinámica de la escena es el contraste entre lo externo y lo interno, donde lo primero se ve vibrante y cotidiano mientras lo anterior se ve atemporal y apartado del mundo. Es sin duda la captura del instante de conexión con el otro, el segundo donde todo se distorsiona y se detiene.