CRÓNICA FILMIN

I Love Kidman

Glen Wilson/ © 2021 Amazon Content Services LLC

 

Por Jose Solís.

 

El gran trabajo de Nicole Kidman en “Being the Ricardos” (en Prime Video a partir del 21 de diciembre) funciona en dos planos: en primer lugar se desempeña excepcionalmente como el ícono de la comedia norteamericana Lucille Ball, segundamente provee al público con un retrato verdaderamente conmovedor de cómo una mujer de mediana edad en la industria del espectáculo debe luchar por preservar su lugar frente a la discriminación por género y edad. Es una actuación meta, de esas que deben revisitarse por su riqueza.

 

La película del escritor y guionista Aaron Sorkin (“The Social Network”,”The Trial of the Chicago 7”) se desarrolla en el transcurso de una explosiva semana en la vida de Ball. Una revista de chismes ha publicado fotografías de su esposo Desi Arnaz (Javier Bardem) quien fue visto con otra mujer. Además de ser su pareja sentimental, Arnaz es también su co-estrella en “I Love Lucy”, el programa cómico que en su apogeo fue visto por más de 60 millones de espectadores estadounidenses semanalmente.

 

Los Arnaz hacen de los Ricardo en “Lucy” y muchos asumen que los roles que interpretan, ella el de una ama de casa despistada, él el de un latino tumultuoso y levemente machista, son fieles a las personalidades de quienes los interpretan. Lo cierto es que de muchas formas es Ball quien ha tomado el papel de la cabeza de hogar (además de la productora Desiluz presidida por ambos), los que le rodean conocen lo brillante de su proceso actrora, sus estrategias para salirse con lo que quiere y además las acrobacias que constantemente tiene que hacer para que su marido no se sienta emasculado.

 

Por si no fuera poco, además de lidiar con los chismes y las desventuras provocadas por los ensayos con su reparto y escritores, el famoso comentarista de derecha Walter Winchell decide anunciar en la radio que Lucille Ball es comunista.

 

A pesar de que la mayoría de eventos que aparecen en la trama sucedieron en la vida real, Sorkin toma licencia creativa y los junta todos en el espacio de los siete días que vemos en el film. “Being the Ricardos” tiene la esencial casi de un thriller, una bomba de tiempo que amenaza con detonar en cualquier momento.

Glen Wilson/ © 2021 Amazon Content Services LLC

 

Las personas familiarizadas con el mundo Sorkinense (también  creó “The West Wing”) sabrán que el guionista está obsesionado con dos cosas: “walk and talk” esa forma muy estadounidense de caminar mientras se discuten asuntos importantes y la leonización de grandes hombres que por miedo de su oratoria cambian el mundo.

 

Tal vez Sorkin finalmente ha escuchado las críticas sobre la forma en que sus personajes femeninos están siempre al servicio de los hombres y en “Being the Ricardos” con Lucille Ball ha creado quizás el personaje más complejo de su carrera.

 

Claro está, esto no podría haber sucedido sin el trabajo de Nicole Kidman. A pesar de no ser la gemela de Ball, Kidman logra algo trascendental, captura el espíritu de la comediante. Es importante notar que en la cinta, Kidman no está haciendo de Lucy Ricardo, ese personaje en blanco y negro conocido por sus muecas y expresivos ojos. En las escenas donde vemos los ensayos o cortas escenas del programa, Kidman muestra una destreza cómica que muy pocas veces se le permite en pantalla (hemos visto destellos de esto en “Moulin Rouge!” y “Bewitched”).

 

La Kidman verdaderamente poderosa aparece cuando se concentra no en Ricardo sino en Ball, la actriz australiana logra recrear el timbre de la voz ronca de Ball, ese tono que indica años de fumar, pero que además nos cuenta de las décadas que le ha tomado a ball ascender a la posición de poder que ocupa.

 

Hace algunos años, Kidman apareció en “Genius” junto a Colin Firth y Jude Law, en dónde interpretó a la diseñadora de vestuarios Aline Bernstein cuya trama gira en torno al novelista Thomas Wolfe de Law, es refrescante verla al fin interpretando a un genio propio. Además de su talento como comediante y productora (gracias a Ball y Arnaz existe “Star Trek”), en “Being the Ricardos” vemos a una mujer perfeccionista hasta el punto de la obsesión. En una escena tan divertida como perturbadora, Ball llama a sus co-estrellas William Frawley y Vivian Vance (J.K Simmons y Nina Arianda, ambos brillantes) en medio de la noche para ensayar una escena que han practicado toda la semana. Algo hace falta, indica Ball.

 

En dónde no falta nada es en la actuación espectacularmente sutil de Kidman, cada paso, movimiento y palabra claramente han sido ensayados minuciosamente. Esto no se convierte obvio por medio de una actuación temerosa o extremadamente reverencial, sino por que entendemos que Ball era exactamente esa persona. Alguien que sabía muy bien que su carrera, independientemente de su genio, dependía de un mundo en el que seguía siendo una excepción.

*Las opiniones y contenidos aquí emitidos corresponden al crítico José Solís y no reflejan la postura, misión y visión del Museo para la Identidad Nacional.

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