En las Mesitas, Santa Ana

Cuentan por ahí de un lugar al sur de la capital, donde soplan frescos vientos y largas brisas.
Cuentan por ahí, que cuando las eólicas acompañan el ultimo destello de la luz del sol, termina recorriendo las alas de los ángeles al despedirse el día.
Existe este lugar, que provoca una avalancha de sentimientos.
Un lejano ya 21 de octubre de 1989, el sol apenas intentaba saludar a las 7:55 AM. La aldea Las Mesitas, en el municipio de Santa Ana, estaba cubierto de neblina y coreada con una densa brisa, un clima característicamente frio y demandante de café. Esa mañana el café, sería interrumpido por el estruendo del gran pájaro de metal, el trágico vuelo 474 de Tan Sahsa.
A 1500 metros sobre el nivel del mar, Honduras estaría de luto.
Al día de hoy, este trágico momento sigue causando una profunda tristeza, con 146 personas a bordo en aquella fecha, Santa Ana arroparía con su manto a 131 ángeles en sus montañas.
He ahí donde nace el monumento a “Los Ángeles”
Al llegar a la aldea Las Mesitas, a un costado de esta montaña, 131 escalones apuntan al cielo, cada paso y cada huella, un homenaje a la vida.
En la punta despampanante, posan los ángeles, vuelan unos con otros, abrazando y arropando a las personas.
Ángeles de todas las edades, cubriendo lo que en aquel momento estuvo lleno de lágrimas y luto, hoy en día, se encuentra una escultura en ruinas, un silencio obtuso y abundancia de sentimientos abrumadores, predominando la impotencia y la tristeza.
Cuentan por ahí, que muchos de estos hermanos estuvieron envueltos en llamas, que muchos dieron su último suspiro abrazando, amamantando, besando y orando. Estas y muchas escenas están representadas en esta obra de arte de la cual no conocemos autor, donde las ruinas solo nos muestras un hecho histórico que dolerá hoy, mañana y siempre.
Recordando por su nombre a cada uno de estos hermanos, cuentan por ahí… que en ruinas se encuentran los ángeles en Santa Ana, donde oyes su canto en la Aldea las Mesitas.


