Cuentan Por Ahí

En El MIN

“Una mañana de domingo que llegaba temprano a una capacitación del trabajo, fui la primera persona en llegar ya que me tocaba organizar un par de cosas antes de la reunión, entrando saludé al guardia, platicamos un poco y seguidamente subí al segundo nivel a preparar la sala en la que se llevaría a cabo la capacitación, entre cosa y cosa, el tiempo se me estaba terminando y no me alcanzaría de tener todo listo, esperaba que llegara uno de mis compañeros para pedirle el favor que me apoyara a comprar un par de cosas, justo cuando pensaba eso, salí de la sala a uno de los pasillos, y vi en el reflejo que se encuentra fuera del baño de hombres, a una compañera de mantenimiento trapeando, mientras la miraba en el reflejo comencé a darle los buenos días y a pedirle el favor de comprar un par de cosas y mientras yo seguía hablando y me volteaba para dirigirme a ella, resulta que no estaba…

 

rápidamente regresé la mirada al espejo y tampoco estaba pero luego la vi reflejada en una de las puertas. Me dio un poco de intriga pero pensé que solo no me había escuchado, cuando regresé al primer nivel, le pedí el favor al guardia que cuando la viera me ayudara a comentarle que me buscara para hacer las compras y el guardia muy extrañado me dijo que solo él y yo nos encontrábamos aun en el museo, resulta que mi compañera aún no había llegado y yo platique con el reflejo del espejo durante todo el rato. ”

 

Este relato nos lo compartió un integrante de nuestro equipo de trabajo. No te quedes sin compartir tus “Cuentan por ahí…” envíanos tus historia al correo mjmartinez@min.hn para que todos lean tu experiencia y sepan que los Cuentos y Leyendas de Honduras, existen…

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