Lago de Yojoa, por Adán Canales
Adán Canales, Honduras, 1875-1925
El Lago de Yojoa
Yo estuve sobre el blando cristal que riza el viento
Entre la curva enorme que hace siglos golpeas.
Pasando por tus ondas se amplía el pensamiento
Y hay como una perenne renovación de ideas.
Allí, constantemente, recordé la belleza
De la niña que un día me embriagó con su risa;
Se amontonaron sombras, de nuevo, en mi cabeza
Y apenas pude enviarle recuerdos con la brisa.
Viejo lago inquietante, muchas veces dormido;
Como tú tengo el alma, como tú yo he sentido
Olas que se desbordan sobre mi corazón.
Por eso, en mis obscuras nostalgias de poeta,
He pensado que juntos, en comunión secreta,
Digamos a los cielos una íntima oración.



