Para esta pieza de la semana, ya que comenzamos el mes de febrero y con ello celebraciones alrededor del amor y la amistad, hoy hablaremos sobre la icónica pieza del artista austriaco Gustav Klimt “El beso”. Dentro de la obra de Klimt, uno de los momentos más conocidos y famosos es el llamado Periodo Dorado, en el cual acompañó todas sus creaciones (que usualmente retrataban figuras femeninas) con pan de oro. En la pieza nos encontramos con una pareja conectadas ante un beso íntimo y dulce, sus manos se atrapan mutuamente sosteniéndoles en ese momento en el que sus cuerpos parecen fusionarse y fundirse en oro. En sus vestimentas descubrimos símbolos de la dualidad entre lo masculino y lo femenino: en el hombre un patrón y ritmo de rectángulos, figura usualmente asociado con lo viril y en la mujer un patrón circular y fluido decorado de flores que le da una mayor feminidad. A sus pies un césped brillante repleto de flores se extiende como símbolo de lo fértil que resulta el amor y también vemos como el beso se da a la orilla de un acantilado, como indicando lo efímero del momento. La pieza en general representa una expresión universal del amor, convirtiéndose en una personificación del mismo.